Es una práctica espiritual enfocada en sanar las huellas energéticas que provienen de experiencias pasadas, no solo de esta vida, sino de vidas anteriores. Estas memorias se almacenan en el campo áurico y en los registros kármicos, influenciando emociones, decisiones, relaciones y patrones de comportamiento. A menudo, los problemas recurrentes de la vida actual, como relaciones conflictivas, miedos irracionales, bloqueos emocionales o físicos, pueden estar ligados a lecciones kármicas no resueltas.

A través de esta terapia, se pretende que el consultante explore conscientemente aquellos recuerdos enterrados, accediendo a situaciones y emociones de vidas pasadas. Este proceso de descubrimiento ofrece una perspectiva única y esclarecedora sobre los retos y bloqueos que enfrenta en el presente.

Beneficios: 

• Liberación de patrones repetitivos: permite identificar y cortar ciclos kármicos que se han estado manifestando una y otra vez a lo largo de la vida, rompiendo con viejos contratos o promesas del pasado que ya no sirven.

• Sanación emocional profunda: muchas veces las emociones negativas, como la culpa, el miedo, la tristeza o el enojo, están arraigadas en experiencias de otras vidas. Al comprender su origen, es posible liberarlas y transformarlas.

• Reconexión con un propósito: a través del viaje por vidas anteriores, se puede recuperar partes del alma que quedaron fragmentadas, reconectando con el propósito y misión de vida.

• Mejora en las relaciones: las relaciones kármicas que persisten en esta vida pueden sanar, trayendo claridad sobre por qué ciertas personas aparecen en el camino y cómo se puede transformar esas dinámicas en experiencias más positivas y armónicas.

• Despertar espiritual: este tipo de terapia puede acelerar el proceso de evolución espiritual, permitiendo que se reconozcan las lecciones que tu alma eligió aprender en este plano.